Hoy he viajado a Nikko con mis dos amigas Rie y Ayumi. Tras dos horas de viaje en el coche de Ayumi hemos llegado a Nikko, situado en las montañas. Considerado un lugar sagrado desde el s. VIII el monje budista Shôdo construyo una ermita. Durante muchos años permaneció olvidada hasta que en 1634 se empezaron a construir muchos de los templos que pueden visitar hoy en día.
Allí pase una agradable jornada con mis dos amigas, que hicieren muy bien el papel de guía, gracias a ellas pude comprender mejor los lugares que visitábamos. Allí me hablaron sobre un gato tallado en madera en la parte alta de una puerta, que vigila la entrada y sobre la los monos sabios y su significado.





A medio día una parada para comer soba en un restaurante y después para los postres fuimos a un pequeño local especializado en Dango, hecho con arroz molido. Allí probé Dango Goma (con una pasta oscura de sésamo) y Oshiruko (una taza con judias rojas dulces y bolas de Dango) Antes había comido dango, pero no tan bueno como estos, pues el arroz estaba tratado a mano y de una manera muy especial… -Delicioso!!!


Luego fuimos a visitar una cascada de 100m de altura y allí aproveché para hacer unas cuantas fotos.




Por la noche, ya en Tokyo me llevaron a un restaurante muy bueno, donde pude saborear comida típica de la isla de Okinawa. Allí comimos:
- Ensalada de tofu y Umibudou (uva de mar)
- Goya Champulu
- Tako Rice (arroz con pulpo y queso)
- Rafute (un plato de deliciosa y muy tierna carne)
- Y de postre un delicioso Murasaki Imo ice cream hecho con una crema de patata morada.

Como veis en las fotos, la presentación está muy cuidada y la comida es una de las mas sabrosas, variadas y deliciosas que he probado en Japón.