sábado, 31 de octubre de 2009

4º día en la Isla de Pascua

Hoy ha brillado el sol, así que he decidido ir a visitar el volcán Rano Kau, ya que las mejores condiciones para verlo son en un día soleado. Allí he comido Oniguiri que me han preparado en mi restaurante :-)


Antes de subir.


En el cráter del volcán, se pueden observar unas pequeñas lagunas, son de agua dulce, estas alimentan a la vegetación que hay dentro. Esta vegetación es muy especial, ya que al estar dentro del volcán, reune las condiciones necesarias para conservar la poca flora que ha vivido siempre en la isla, ya que muchas de las especies que hay por el resto de la isla son importadas.
En el fondo del cráter, el cual está cerrado al público, durante los años 60, se encontró vegetación de la que existía antiguamente, la cual se ha utilizado para repoblar la isla, aunque es un proceso lento.


En la cima del volcán se pueden encontrar Petroglifos.


En estos dos islotes es donde anida el Manutaro (fragata, un ave) Anualmente se hacía una competición, esta consistía en conseguir un huevo, el primero en hacerlo sería rey por un año.

Este es el poblado ceremonial, en la cima del volcán.

En el poblado hay un lugar con numerosos petroglifos, aquí es donde se iniciaba la competición del hombre ave, las vistas son impresionantes y el acantilado que tenían que descender para la competición es para matarse.


Flores que crecen al borde del volcán, al fondo las lagunas que hay en su interior.
Para acabar el día he ido ha hacer submarinismo, visitando un Moai en el fondo del mar, además de numerosas especies de peces. Lo mejor la visibilidad, era superior a los 40m.

3er día en la Isla de Pascua

Hoy he retrasado mi vuelo de regreso al continente, ya que tenía que regresar mañana y lo haré tres días más tarde.

Al tener más tiempo, he salido a recorrer la isla a pie, son unos 20km para llegar al otro extremo y luego hay que volver. He ido por un sendero que muchas veces desaparece. Recorriendo la costa sur de la isla.



Moai en ruinas, en ese momento estaban haciendo un estudio, probablemente para reconstruirlo.


todo el camino es momo veis en la foto, no muy grandes desniveles y con muy escasos árboles.





Después de caminar 20km de ida, llegar a una playa se agradece.


Esta otra playa está cerca de la primera y está menos concurrida.




Aquí podéis ver el restaurante Japonés donde paso todas las noches (la foto está tomada otro día) La comida es tan exquisita, que ni me planteo ir a otros restaurantes.

Tataki de atún, recién pescado. Sublime conjugación de sabor y textura, con el punto justo de sal y pimienta, acompañado de verduras recién cultivadas.

Otro Tataki, este era de carne. Lo comí al día siguiente.
Como veis, no me cuido mal!!!!