Hoy a las 4h de la mañana, antes que saliera el sol, me he alejado del campamento y me he escondido debajo de un árbol, oculto tras muchas ramas, para camuflarme e intentar fotografiar alguna especie de ave muy rara. Durante la espera un oso negro se ha ido acercando al lugar, no he llegado a verlo, pero me ha puesto muy nervioso, ya que en el lugar donde me ocultaba estaba vendido si el oso me atacaba. Finalmente no nos hemos cruzado, llegando a estar muy cerca.
A veces me sucede con la fotografía, cuando cruzo una línea y corro ciertos riesgos, tengo que poner en una balanza los beneficios y riesgos, analizando bien la situación. Si el oso, en este caso, hubiese estado más cerca, habría trepado a un árbol sin pensármelo, dejando mi equipo en cualquier lugar.
Al cacabar la mañana, regreso a la aldea, donde paso la noche y a la mañana siguiente regreso al fondo del valle, donde está Gushaini, el pequeño pueblo.
Estas fotos están tomadas durante mi regreso.
Este último vídeo es para que veáis una cocina tradicional de las que se pueden encontrar en cualquier casa de estas montañas.