lunes, 1 de octubre de 2007

TÁNGER

BARCELONA-TÁNGER


Barcelona, Agosto de 2007

El mes de agosto empieza con los preparativos del viaje a Marruecos, mi amigo Said se casa, y todos los amigos de Barcelona vamos a ir a la celebración en Marruecos, algunos están de vacaciones, pero otros trabajamos y tenemos que pedir fiesta para poder asistir, por esa razón no podemos salir todos juntos de viaje. Los primeros en partir son: Raúl, Yoli, Mireia y Said ellos van en avión hasta Málaga luego en autobús hasta Algeciras y finalmente en ferri hasta Tánger, era la opción más barata si compras el billete a última hora, pero son demasiadas horas de viaje. Un día después, los siguientes en salir son: Cristina, Iván y Karlos que van en avión hasta Tánger. El plan es pasar los primeros días antes de la Boda en Chefchaouen, un pueblo de montaña tranquilo con un ambiente muy relajado un buen lugar para disfrutar con los amigos. Allí en Tánger está Mustapha, Abdelkader y Adil que esperan al grupo para ir a chefchaouen. Los últimos en llegar somos Jesús y yo que salimos con un día de diferencia. Mientras esperamos a que nos vengan a buscar, Jesús, mi madre y yo vamos al zoco (mercado) de Tánger para curiosear un poco, es que es muy interesante, venden muchos productos naturales y artesanía. Parece como viajar a España hace muchos años, la carne y el pescado se suele vender fresco aunque no se almacena en neveras ni se suele usar hielo, así que más vale la pena comprar pronto por la mañana.

















Por la tarde Jesús y yo damos varias vueltas por Tánger para encontrar a Abdelkader, vamos al centro, preguntamos en varios locales, hasta que al final nos encontramos y nos podemos ir a Chefchaouen. Durante el viaje, por la carretera vemos cosas bastante curiosas, como podéis ver en las fotos.












Por la noche nos encontramos con el resto del grupo, al parecer han estado durante todo el día de excursión por las montañas y jardines de Chefchaouen, para contemplar el estilo de vida local.

Es nuestra primera cena juntos, hay muchas risas, nos lo pasamos muy bien y la cena se alarga después por varios locales hasta terminar a altas horas de la madrugada en casa, hay muchas anécdotas que contar.
















Que os parecen las vistas desde nuestro apartamento, bonito cementerio...