domingo, 29 de abril de 2007

Golden Week

Este domingo ha empezado la Golden week, es una semana llena de celebraciones, el periodo más largo de vacaciones para muchos japoneses. Empieza con el día de Showa (antiguo emperador) 29 de abril y le suceden, el día en memoria de la Constitución 3 de mayo, del verdor 4 de mayo y el de los niños 5 de mayo.

Como os podéis imaginar, durante estos días para darse un buen baño de multitudes, solo tienes que ir a destinos turísticos. Para no ser menos, Héctor, Claudia y yo, decidimos hacer una visita a la ciudad de Kamakura, está situada a unos 50 km al suroeste de tokyo, fue antigua capital de Japón y su población no supera los 200 mil habitantes pero cuenta con más de 200 templos. Al resultar imposible visitarlos todos, hicimos una selección de dos o tres y para acabar la visita obligada al gran buda, estatua de bronce de más de 13 metros.

En esta foto podéis ver la cantidad de gente que puedes encontrar en las calles de Kamakura, salvando las diferencias, es el Lloret de mar de Japón.

El primer templo que visitamos es el de Hase Dera, en la entrada hay un jardín muy cuidado, si no fuese por la gran afluencia de gente, sería un buen lugar para relajarse y contemplar una infinidad de detalles tratados de una manera exquisita.

Paseando un poco, encontramos muchos lugares llenos de estatuas, estos están consagrados a los niños muertos.

detrás del jardín, hay muchos templos, uno de ellos con un gran buda dorado. Desde la parte más alta del complejo, hay unas buenas vistas de la ciudad.


Los seguidores de los dulces y pastelitos tienen que saber que en esta ciudad se pueden encontrar bastantes tiendas y puestos donde comprarlos, muchos son los típicos dulces de arroz, con los que empecé mi cata. Para hoy busqué alguno diferente con la excusa de ponerlo en el blog. Aquí lo tenéis.

Por la tarde decidí ir a dar un paseo solo aprovechando que Héctor le hacía una visita a la playa. Mi objetivo era uno de los templos zen más importantes, el kenchô-ji de camino pasé por el templo Tsurugaoka Hachimangu, realmente es otro complejo de templos, allí pude presenciar otra vez una boda tradicional Japonesa, pero en este caso era dentro de un templo.


Poco después llego a kenchô-ji el templo Zen, hasta este momento allá donde miraba siempre había gente, pero en este templo os puedo decir que encontré la paz, apenas había nadie, ocasionalmente me cruzaba con un visitante o algún monje atareado. Es otro complejo bastante grande de templos. Si aceptais mi opinión, creo que es el más interesante, no solo por lo tranquilo que se puede estar, sino también por la belleza de los templos. Por suerte tenía un mapa del complejo en uno de mis libros, que me permitió recorrer casi todos los rincones.

Podéis juzgar vosotros mismos mirando las fotos.

La última de estas fotos es del jardín que hay en las dependencias del abad...

Estas están situadas según el mapa en el extremo norte del complejo, sin embargo encontré otros caminos hacia el norte que al parecer conducían a las dependencias de los monjes y ya fuera de todo mapa me adentré por un bosque que a mi parecer formaba parte del complejo, encontré un lugar que me llenó de paz y tranquilidad, una casa tradicional rodeada por bosques y estanques, un buen lugar para contemplar y pensar. Allí permanecí inmóvil escuchando el silencio roto de vez en cuando por algún pajarillo. Perdí la noción del tiempo.








Al acabar el día me dirigí hacia el gran buda para hacer mi última visita y así reunirme con Héctor, pero llegamos 30 minutos después de que cerrasen las instalaciones, así que otro día volveré para poder contemplarlo.

Kamakura es visita ineludible aquí en Japón, a ser posible evitar estas fechas si se quiere estar un poco más solo. Solo los que busquen encontrarán la paz, aunque solo sea un fugaz instante, puede llenar un día entero.

sábado, 28 de abril de 2007

Hakone, un pequeño infierno para turistas.

Este viernes Héctor tenia trabajo, así que he decidido visitar Hakone, a unos 90km de Tokyo, es una zona de actividad volcánica que se puede visitar en un día, pero hay que despertarse temprano. A las 7:30 ya estaba en pie para coger el tren, según dice mi guía, con un transbordo se puede llegar. Al final resulto ser mas complicado, la primera parte por mi culpa, pues la linea de tren se separa a mitad de recorrido y yo cogí el equivocado, y no me di cuenta hasta llegar al final, pues era difícil leer el mapa del tren. A eso hay que sumarle que en la guia hay un pequeño error porque el cambio de tren se hace en otra estación y por último depende de en que vagón estés sentado, la mitad del tren se marcha y tu te quedas con la otra mitad en la estación con cara de poker (por suerte una amable mujer me comentó, sin yo preguntarle, que si quería ir a Hakone tenía que cambiar de vagón). Con todo esto, ya eran las 11:30 acababa de llegar a la estación de Hakone, pero para ver la zona volcánica, tienes que subir a un pequeño tren de vía estrecha, que sube la montaña haciendo zigzag y cambios de sentidos y de raíles, de esta manera salva un gran desnivel, que permite llevar al viajero al pueblo de Gora. Desde este pueblo ya se inicia la ascensión hasta la zona volcánica, hay unos pequeños senderos con gran desnivel que suben la montaña, pero si solo tienes un día lo mejor es subir en un funicular y luego un teleférico. Por suerte compré un billete por 33€ que durante 4 días que te permite usar todos los transportes de la zona; es más barato y cómodo.



En las fotos, podéis ver en orden, el tren de vía estrecha, el funicular y el teleférico.

Ya arriba, era la una y aun me quedaba visitar la zona, una vez en el punto de partida uno ya empieza a ver como en entorno es algo diferente, hay dos caminos uno que va a unas surgencias de agua a altas temperaturas y otro que asciende a una montaña de 1412 metros, todo el mundo va por el camino de la surgencia, por eso decido subir a la montaña y tener otras vistas más tranquilas. En la entrada hay un pequeño santuario con un buda y una fuente de aguas calientes. Al empezar el camino hay un cambio radical de vegetación, pues aunque hay muchos arboles, todos están secos, ni un ápice del color verde que indique la existencia de vida, aunque la presencia de los cuervos da a entender que hay vida. Durante el ascenso el bosque se hace más denso, ramas secas y cada vez más retorcidas, cortinas de gas que se cruzan y el graznar de los cuervos le dan un aire muy dantesco.

El camino es muy interesante y si uno se fija bien, hay muchas señales de vida, musgos, líquenes y plantas de un verde grisáceo. Se hace un poco tarde, pero mi objetivo es llegar a lo más alto para hacer fotografías y tener una visión global de la zona, una vez en la cima, los arboles tienen tantas ramas secas que no me dejan tomar una fotografía decente del paisaje, así que me dedico a mirar entre las ramas y descubro algo que hasta el momento ni me había fijado, delante de mi, imponente se levanta el Monte Fuji (o Fuji-San como lo llaman aquí) es un enorme volcán, la montaña más alta de todo japón 3376m de altura delante de mi, pero una cortina de nubes y un ambiente un poco cargado habían ocultado la montaña hasta ese momento.


Satisfecho con la visión, bajo la montaña dirección a las aguas termales, abandonando la soledad y el silencio, para ir por el camino que usa todo el mundo. de camino como un tentempié de o-nigiri, unas bolas de arroz rellenasque compre en tokyo antes de salir. La zona de los baños es interesante, es donde más fumarolas hay, pero pierde un poco su encanto por la gran cantidad de gente que los visita. Allí el turista puede comprar huevos cocidos en el lodo negro.

Si el día es lo bastante claro se puede seguir el camino con el teleferico, hasta un lago donde se ve reflejado el monte Fuji, como este no era mi caso y tenia más hambre que el perro de un ciego, decido volver al pueblo de Gora, había leído sobre un restaurante especializado en Gyôza. Cuando llego son las 15:30 y el restaurante cierra de las 15 a las 17h así que aun con el estomago rugiendo hago una visita al parque de Gora (ya os enseñare las fotos otro día, cuando escaseen las noticias) A las 5 menos un minuto de la tarde, estaba como un clavo en la puerta para no perder tiempo. La espera valió la pena, seguro que muchos de vosotros habréis comido Gyôza, es una especie de empanadilla de pasta, fácil de encontrar en los restaurantes orientales en España, cocinadas al vapor o fritas, en este caso estaban hechas a mano, es como comer unos ravioli con pasta artesanal, con mucho relleno y fresco del día. Estaban tan buenas que repetí sin tener hambre, para no marcharme sin probar otra manera de cocinarlas.





En esta foto, los gyôza están fritos y el relleno es de gambas, hay muchas variedades de relleno, el otro plato que me comí era una olla de un palmo de diámetro, con los gyôza cocinados en un caldo hecho con muchas variedades de verduras, legumbres, setas, fideos, y unos cortes de naruto (una manera de preparar calamar)

El Gyôza Center, un restaurante con una especialidad deliciosa cocinada al momento, está un poco separado de la zona turística, pero vale la pena perder el tiempo buscándolo.


Al final llegué a las 23:00 a Tokyo, una jornada interesante, el lugar es muy turístico, pero si consigues olvidarte de la gente y buscar otros caminos, se le puede sacar jugo a Hakone.

Hasta la proxima. Dewa mata. ki o tsukete.

jueves, 26 de abril de 2007

Amaina el temporal

Parece que la lluvia va cesando, hoy apenas ha llovido, así que mañana es un buen día para hacer una excursión, creo que iré a Hakone uno o dos días. Para hoy poca cosa más que decir, Héctor ha trabajado por la tarde y yo he aprovechado para pasear por el tranquilo barrio de Nakano i Koenji, no he visto templos ni jardines, predominan los edificios de poca altura con muchos pequeños comercios, algunos bastante interesantes, Allí por fin he podido sacar dinero de un cajero, porque aunque hay muchos cajeros en japón, muy pocos aceptan tarjetas extranjeras, lo mejor es ir a una oficina de correos, ya que todas tienen cajeros que aceptan tarjetas extranjeras. El paseo ha sido agradable, me ha dado tiempo a mirar una tienda de bicicletas y plantearme comprar una, pues una normal de paseo cuesta unos 60€ y una de las típicas plegables 100€.

Ahora viene un pequeño reportaje dedicado a mi padre, sobre las aves que he visto en tokyo hasta hoy.
A esta última, Hétor la estaba amaestrando, y dando clases de historia de Japón, como se puede observar, la paloma escucha atentamente.
Por hoy lo dejo ya, que quiero planificar un poco la excursión de mañana. O yasumi nasai



miércoles, 25 de abril de 2007

Una semana tranquila

Esta semana esta siendo muy tranquila, le estamos dedicando más tiempo al trabajo y a solucionar cambios de residencia, adquirir teléfono móvil, etc. Por cierto, si alguien necesita llamarme, mi padre tiene mi numero de teléfono aquí en japón.
Hoy, ya que esta semana no he hecho muchas visitas, quería hacer una un poco especial. La lonja de pescado, muy interesante porque tokyo mueve mucho pescado. Pero para poder ver lo interesante hay que ir de 5:00 a 8:00 de madrugada, así que he decidido levantarme a las 5:00 y coger el primer metro. Os explicaría como es la lonja, pero al mes, solo cierra dos día y hoy era uno de ellos...
Esta tarde Hemos estado en unos ensayos para un trabajo en un teatro, os dejo unas fotos que he hecho.






Después del trabajo, hemos dado un agradable paseo por Ebisu, barrio donde probablemente nos mudemos a principios del mes que viene.

Oyasumi nasai.

domingo, 22 de abril de 2007

Domingo en casa y ensayo

Ya son muchos días en este país y en esta ciudad, nos hemos habituado al ritmo de vida, hemos pasado el día descansando en casa y por la tarde hemos ido a un ensayo de trabajo para unos teatros en los que actuará Héctor. Poco más que decir que enseñaros las fotos. Oyasumi nasai

Viaje a Yokohama

Hola a todos, lo primero agradecer a la todos, por los e-mails de apoyo recibidos hasta hoy.
Ayer no hubo blog, porque la jornada se alargó hasta hoy por la mañana...

Este sábado lo hemos dedicado a hacer una visita a la ciudad de Yokohama, Héctor, Celia y un servidor. ¿Que hay interesante en Yokohama? Es una ciudad a escasos quilómetros al sur del Tokyo pero tiene varios atractivos, aunque el que más nos interesaba en esta visita y por el que fuimos es Chinatown, Además de varios templos de estilo chino muy interesantes, el ambiente y la gastronomía hace las delicias de los buenos comedores. Nada más llegar a Yokohama, en la estación de tren nos encontramos a una amiga de Celia, que trabaja en uno de los grandes hoteles de la ciudad, Situado al lado de la torre Landmark, que es el edificio más alto de Japón, cuyo ascensor es el más rápido del mundo, 45Km/h.


En el hotel, un simpático caballero nos informó de los lugares recomendables para visitar en la ciudad, y donde estaban los restaurantes más recomendables, para poder degustar la variado comida china. Después nos invitaron a ver las vistas de la ciudad en una de las plantas más altas, donde nos ofrecieron unos cafés y refrescos. Estoy maravillado con la amabilidad de la gente, en un país tan desarrollado como es Japón, ya he perdido la cuenta de la gente a la que le volvería a dar las gracias por la ayuda desinteresada que nos han prestado.

Una vez orientados, nos dirigimos directamente a Chinatown en metro. Rápidamente, uno se da cuenta de cuando esta en el barrio de chinatown, además de las grandes puertas de entrada, el ambiente y la decoración de la calle es totalmente diferente. Solo hay que caminar un poco para toparse con varios templos muy ornamentados.





Para comer, creemos que nos paramos en uno de los restaurantes recomendados, pues todo esta en chino o japones, y es difícil saber a ciencia cierta si uno acierta. Pero el único restaurante con cola de espera para entrar y además de unos 10 metros, nos daba la impresión de ser un buen restaurante. Con mesas a unos escasos 30 cm nos sentamos en el suelo de tatami y nos miramos la extensa carta, que por suerte estaba ilustrada con fotografías de los platos. Nos decidimos por muchos platos de degustación, que en un principio no parecía demasiada comida, pero al final, aun con el empeño que le pusimos y lo deliciosa que era la comida, nos fue totalmente imposible acabar con todo. Lo podréis juzgar por las fotos.




Solo deciros que he comido en muchos restaurantes chinos en España y ninguno se parece ni por asomo, a esta comida. Fuimos al restaurante sin saber el precio de la comida, nos habían hablado que podía resultar algo cara, pero una comida como esta a 12€ por cabeza me parece un regalo. Experiencia asequible e inolvidable, este es otro de los lugares de visita obligada.
El resto de la tarde paseamos por el barrio y pudimos ver las pequeñas tiendas de artesanía china, olores de comida muy variada, las típicas bolas rellenas cocinadas al vapor,


También vi algún ave interesante, (foto dedicada a mi padre) a ver si puedes identificarme esta especie, que con el calor me parece que les cambió el pelaje.

La última foto de Yokohama es, como no, de los deliciosos postres que compré en una de las muchas tiendas que hay por la calle. Es una selección de unos pocos, pues mi economía no está para vaciar todas las tiendas; aunque me gustaría.


Por la noche , nos fuimos de fiesta Héctor, Thomas (nuestro compañero de piso) y yo, al barrio de Roppongi. Es el barrio donde se ubican muchas salas de fiesta, frecuentadas por muchos turistas y japoneses que quieren tener contacto con estos. Allí nos reunimos con unos compañeros de trabajo de Héctor en una sala llamada (Salsa sudada)..............

Volvíamos a casa alguna hora después de salir el sol.


Oyasumi Nasai