Bangalore, 6 de Mayo del 2010.
Mañana hace un mes que salí de Barcelona, poco a poco me he ido acostumbrando al ritmo de vida Indio. Ya no me parecen extrañas las montañas de basura que hay por todas partes. Aquí en menos de tres segundos puedes pasar de sentir un olor fétido, a otro delicioso, de hecho es algo muy frecuente. Esto pasa con casi todo. La India es un país de grandes contrastes, tendiendo a los extremos. De la gente que conoces por el camino, nunca sabes que esperar, las apariencias pueden ser engañosas. Experiencias he tenido buenas y no tan buenas, ayer mismo un señor mayor, muy agradable y con ganas de ayudar, consiguió sacarme 300 Rupias, vienen a ser 5€ que aquí dan mucho de sí. Luego estuve bastante perdido en mitad de ninguna parte, buscando un lugar de donde supuestamente salía un autocar para mi siguiente destino, pero el hombre que me vendió el billete desapareció y la sucursal de venta cerró por la tarde. Al final encontré el lugar, el autocar existía y conocí a dos personas que me hicieron olvidar. A pesar de todo, estoy contento por vivir todas estas experiencias.
Hoy estoy en Bangalore solo por una razón, lo que un autocar o tren en Europa tardaría poco más de medio día en recorrer, aquí necesito tres días, por lo que he tenido que pasar un día en Bangalore. No estaba en mi plan y la ciudad no vale mucho la pena, pero no me iba a quedar en la habitación del hotel esperando. Por lo menos he ahorrado en fotos. 
Estas fotos son del jardín botánico, que recibe un mantenimiento constante, un buen lugar para descansar del caos y la suciedad de la ciudad.
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