Al día siguiente, tras despertar en plena naturaleza a una temprana hora, encendemos el fuego para calentar leche para el desayuno. En la casa tienen dos vacas, además de varios cultivos de cereales, frutas y otras plantas que ya veréis.
Albaricoques recién cogidos, son algo más pequeños que los que encontramos en el mercado de nuestras ciudades, pero el sabor no tiene igual.
Después del desayuno no tengo que alejarme para observar aves, desde la misma casa que está ubicada en mitad de la montaña se puede ver cantidad y calidad.
La hora de comer. Dhal, la comida típica de montaña es a base de legumbres, acompañado de arroz. Aquí la mayor parte de la gente es vegetariana, por eso las legumbres son un buen aporte de proteínas.
Antes de regresar a la casa que está cerca del rio, valle a bajo, me quedo un rato observando a la madre mientras usa un telar tradicional. La experiencia de pasar dos días aquí ha sido como viajar a principios del s.XX.
El video siguiente es para enseñaros la futura casa de Dishu, que está a escasos 15 min (caminando) de la casa de su madre y abuela. Fijaros en el detalle del jardín, aquí todas (absolutamente todas) las casas tienen un jardín como este, ya que las plantas crecen por todo el valle.