viernes, 18 de mayo de 2007

MATSUMOTO

15 de mayo.
Hoy voy a Matsumoto, para ver el Matsumoto-jo un castillo en Blanco y negro impresionante construido a finales del 1500 allí conocí a tres agradables ancianos que me hicieron de guía a cambio de un poco de conversación.

Dentro del castillo hay una exposición de armas para la defensa de la fortificación, en la planta más alta hay vistas de 360º, servia como centro de operaciones en caso de ataque.


De Matsumoto me dirijo a Yudanaca, un pequeño pueblo en las montañas, al norte de Pagano. Allí quiero dormir en un ryokan, es un hotel tradicional de estilo japonés. Nada más llegar a la estación, busco el ryokan, para no dar muchas vueltas, pregunto a la primera persona que veo, tras pensar durante unos segundos me dice que me lleva en coche (no se puede ser más gentil). El dueño del ryokan es muy amable además de explicarme el funcionamiento de las instalaciones, me explica que puedo visitar en la zona y me recomienda unos restaurantes económicos y a muy buen precio y me comenta que al día siguiente quiero ir a ver un Onsen (baño termal), en el que se acercan los monos a bañarse, hay un autobús, pero que si quiero me puede acercar el en coche.
En cada habitación hay ropa tradicional para cada huésped, un juego de té y el dueño te recibe con una pasta hecha con judias para acompañar el té.

Por la noche salgo a cenar a uno de los restaurantes recomendados y a 200 metros del ryokan, me vuelvo a encontrar con la persona que me llevó en coche por la mañana, me pregunta que estoy buscando y otra vez se repite la operación, me lleva en coche al restaurante. Durante la cena conozco a un pintor japonés que habla italiano y mantenemos una agradable conversación, me da una foto de uno de sus cuadros y detrás me escribe su teléfono por si tengo algún problema durante mi viaje en Japón. Tras acabarme un bol de soba con tempura y otro de donburi vuelvo al ryokan, antes de ir a dormir tomo un baño en el onsen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario