viernes, 18 de mayo de 2007

KANDA MATSURI

12 de mayo.
Mañana tenemos el privilegio de participar en uno de los festivales más importantes de Tokio, el Kanda Matsuri. Empezaremos muy temprano, así que nos vamos a dormir a las 23:00Son las 2:00 y sigo sin poder conciliar el sueño, serán los nervios. Al parecer Héctor tampoco duerme, y decidimos salir a tomar un helado para alejar nuestros pensamientos del día de mañana. Tokio es una ciudad que no duerme, al salir a la calle hay muchos locales y restaurantes abiertos, puedes encontrar casi de todo a cualquier hora, hay mucha actividad en las calles. Después de comernos un gigantesco helado a las 4:00 nos vamos a dormir.

13 de mayo.
Tras 4h de sueño nos despertamos a las 8:00 de la mañana dispuestos a afrontar, lo que posteriormente he decidido, el día más feliz aquí en Japón. El Kanda Matsuri es una fiesta donde hay que cargar a hombros unos templos portátiles, hasta llegar a un templo situado a unos barrios a distancia de donde se inicia la marcha.

Pudimos participar gracias a unos amigos japoneses que conocí en un café. En el café conocí a Rie y Ayumi son estudiantes de español, ellas me presentaron a Shugo que casualmente es bombero de Tokio y a su mujer Noriko, quien habló con sus padres para que nos dejasen participar y nos vistieron con trajes tradicionales. Todo esto en cuestión de dos días. Desde aquí doy gracias a todos ellos por hacer de este, un día que recordaré el resto de mi vida.


Fueron muchas horas cargando el templo, todos al mismo ritmo, “heeeia heeeia o husso husso” pasos cortos y sin pausa, sintiendo el olor de la madera y el calor del grupo, nos movíamos como un bloque.
La gente se agolpaba en las calles esperando el paso de los templos, la televisión en directo para quien no podía acercarse. El clímax de la fiesta llegó a las puertas del templo al que nos dirigíamos, todos querían portear el templo en esos momentos, haciendo turnos giratorios todos pudimos llevar la carga.

Para acabar el día, todos los amigos fuimos a cenar a casa de Rie allí pude cocinar una paella de marisco, además de todas las otras comidas que habían, fue imposible acabar con todo.
Jamás olvidaré este día.

2 comentarios:

  1. Carmelo: como los costaleros, en Andalucía, ¿corre aquí el sake u otro brebaje, como combustible para el esfuerzo? o son de secano.
    Un abrazo.

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  2. Aqui veven sake y cerveza para hacer mas liviana la carga. Me parece que en pocos paises del mundo son de secano.
    Un abrazo.

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