Después de visitar la Quebrada de Humahuaca, me dirijo a la Quiaca, el último pueblo antes de cruzar la frontera. El camino es a través de un impresionante altiplanicie, llegando a 3700m sobre el nivel del mar. Una vez allí. El pueblo esta en el paso fronterizo, un río separa los dos países, hay que cruzar un puente para estar en Villazón (Bolivia), en este puente está la aduana.
Por ahora todo bien, pero a mi no me gustan las cosas fáciles. Al llegar a la terminal de autobús, pregunto por el puente, al parecer está a 1,5km así que decido ir andando (va más con mi espíritu) y como no me extravío por el camino, así que pregunto a un grupo de mujeres que llevan fardos en la espalda, pero las indicaciones son muy confusas, así que les digo que las sigo, ya que ellas van para Bolivia. Seguimos caminando por una calle y nos salimos de ella para ir campo a través, bajando hasta llegar al cauce de un río, el cual cruzamos saltando de piedra en piedra, mientras escucho como una de las mujeres menta a los gendarmes y todas aceleran el paso. Al final resulta que me encuentro en Bolivia, sin pasar por la aduana, de ilegal, habiendo cruzado con mujeres que transportaban mercancías de estraperlo, en ese momento me doy cuenta que estoy en un MARRóN.
Al final lo solucioné regresando por el mismo camino, intentando esquivar a los gendarmes y cruzando la frontera por el lugar pertinente.
Ahora estoy en Villazón, el primer pueblo tras la frontera, esperando a mañana, para tomar un tren a Uyuni.
Aqui podeis ver el lugar por donde crucé ilegalmente a Bolivia
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