Kumily y Parque Nacional de Periyar. Parte IV

Kumily y Parque Nacional de Periyar. Parte III

Por la mañana, a eso de las 5:30, me encuentro con Iván, el anciano que conocí ayer. Seguidamente, nos dirigimos al templo, que está a unos 18km bosque adentro. Pero en la entrada al Parque nacional, la policía nos detiene. Al parecer este año no está permitido el acceso a extranjeros. Mala suerte, otro día será.

Pero no doy la mañana por perdida, así que me voy a la misma zona que me perdí ayer,pero esta vez acompañado por Iván. 

Por la tarde voy me mantengo ocupado visitando a la gente que conocí ayer. Haciéndoles unas fotos y acabando de arreglar su ordenador. También conozco a un chico que acaba de estudiar fotografía y nos pasamos varias horas charlando. Hemos quedado para mañana por la mañana hacer fotografías.

Luego me dispongo a indagar sobre la gente que me recomendaros desde casa, que no pude conocer al equivocarme de alojamiento. Finalmente los encuentro y pasamos el resto de la tarde charlando.

Kumily y Parque Nacional de Periyar. Parte II

Para variar, esta mañana salgo a las 6, Hoy he entrado en el Parque Nacional sin permiso, estando prohibida la entrada. Lo he hecho porque el Parque está cerrado durante varios días y he intentado hablar con el director para obtener un permiso especial, pero no hay manera de encontrarlo.

Me he adentrado por el denso bosque, siguiendo una pequeña senda, pero al final me he salido de el camino y he caminado por la espesa vegetación. Lo que ha pasado es que estaba persiguiendo un pájaro para hacerle una foto, luego ha aparecido una ardilla gigante, que podéis ver en la foto y mas tarde otras aves y monos… el resultado lo podéis ver en el video.

Al final como podéis leer, mi orientación era buena y he encontrado una manera de salir, pero por una de las puertas que usan los guardas. Dando algunas explicaciones y haciéndome el sueco no ha habido problemas.

Aquí podéis ver un video de la cigarra, o el insecto que sea que se escucha en las selvas y bosques durante las horas de calor (que son casi todas).

Por la tarde he conocido a más gente del pueblo, gente sencilla que se gana la vida como puede, pero de gran corazón. He estado toda la tarde charlando y compartiendo una taza de té, además de intentar reparar un ordenador.

Por último, antes de llegar a mi alojamiento, he conocido a una extraña persona, aunque parece amigable. Es un señor bastante anciano y probablemente una de las personas más pobres de la zona. Aunque tiene casa, apenas son cuatro paredes, un camastro y un pequeño arcón, donde guardará algún cachivache. Se a ofrecido a acompañarme mañana a una celebración, en un templo que está dentro del Parque nacional. Solo se permite el acceso una vez al año y coincide que yo estoy aquí. Mañana os explico.

Kumily y Parque Nacional de Periyar. Parte I

Ayer llegué a Kumily, desde donde puedo visitar el Parque nacional de Periyar. Tenía recomendaciones de donde alojarme en Periyar ya que unas amigas estuvieron aquí hace 3 años, pero por error voy a parar a otra “Homestay” donde me reciben con una cálida bienvenida, así que al final me alojo en la George Homestay. Aquí vive una familia muy agradable y el padre además es un gran aficionado a la ornitología. Me recomienda buenos lugares para avistar aves. Además en el pueblo, me puedo hacer con una buena guía de aves.

Hoy como siempre me despierto poco antes de las 6 y salgo a caminar. He visto muchas aves y otros animales.

 

 

Después de unas horas caminando por el denso bosque, sienta muy bien una típica comida. Esta que veis en la foto se llama Thali. Riquísima, aunque no es para paladares débiles, ya que es bastante picante.

Luego un paseo por el pueblo para reconocer el territorio y por supuesto conocer gente.

Reserva Ornitológica Vendantangal

Al llegar a la reserva, busco el único lugar donde uno se puede alojar, la casa de los guardas.  Ahora veréis unas cuantas fotos de aves y otros animales que he tomado durante estos dos días, luego pasaré a explicar varias anécdotas y/o aventuras que he vivido.

Además de las aves y otros animales, durante estos dos días me ha pasado de todo. ¡Atentos a la última historia!

Lo primero es la cantidad de gente que me ha abordado para curiosear, ya que soy el único extranjero por la zona, soy el único no indio en los últimos tres días. A la gente le gusta mi cámara de fotos (espero que no igual que en Bolivia) y casi todo el mundo además de hacerme mil preguntas (oficio, nombre, país, familia, religión y un largo etc.) quieren que les haga una foto. Todos eran gente agradable, algunos me invitaban a comer, aunque solo pude aceptar una de las veces, ya que mi estomago no puede digerir tanta comida. Aquí van unas cuantas imágenes para que os hagáis una idea.

Ellos me dieron de comer, no recuerdo como se llama la comida, pero estaba deliciosa.

Unos niños muy curiosos, alentados por su padre (el que está detrás)

El hermano mayor llevando a sus otros hermanos a pasar el día en la reserva.

Este hombre sale solo en la foto, ya que su acompañante (amante) era muy recelosa con el tema de las fotos, aunque el insistía. De echo les hice una foto a los dos y luego la borré para hacerle una a el.

Ya de regreso, por el camino me encuentro con una mujer y su hija. Las conocí ayer noche durante mi cena. Me invitan a su casa, que no es mayor que la habitación donde me alojo. Allí me enseñan de que viven, me presenta a su abuelo y me agasajan con comida. Quieren que me quede a cenar, pero además de tener la cena reservada, no se si sería saludable, así que declino cortésmente la invitación. Al final, ellos también quieren su foto.

 

Por último, os explico el percal que me encuentro al llegar a mi alojamiento. Tres hombres de aspecto bastante osco, sentados en el suelo, con un racimo de aves (todas ellas protegidas) desparramadas sobre una tela, la mayoría están muertas, aunque algunas están agonizando (sin más detalles). A su derecha, cuatro escopetas que tienen más años que Matusalén. En la sala hay más hombres, alguno de ellos viste uniforme. Resulta que los guardas han capturado a unos cazadores furtivos. Matan aves protegidas para venderlas a la gente, para comer, ya que los venden a un precio inferior que el pollo.

He dejado mis sentimientos a un lado, sentándome en una mesa  con el jefe de los guardas, para hacerle preguntas sobre lo ocurrido.

Pensar en vivir esta situación en un lugar tan remoto, donde tu eres el único que está fuera de lugar.

 

PD: Se me olvidó comentar que ayer a penas pude dormir a causa de las cucarachas que había en mi habitación.